En una parada de autobús, bajo una lluvia intensa, dos ancianas mayores y arrugadas discuten por quien debía ocupar el asiento de espera, un asiento sucio y mojado:
- Llegué yo antes señora, decía la anciana de pelo blanco y rizado.
- ¿Pero no está viendo que llevó un bastón y casi no puedo andar? Replicó la otra anciana, tapándose prácticamente toda la cabeza con una bolsa sucia y agujereada.
- Venga señoras, suban de una vez, afirmó el conductor del autobús, dando por concluida la discusión.
¿Ancianas y mayores? ¿Lógico no? ¿Qué sobra?
ResponderEliminarLlueve y asiento mojado, ¿lógico no? ¿Qué sobra?
En lo que respecta a llueve y asiento mojado pienso que no sobra nada, puesto que en muchos asientos de espera al autobus éstos suelen estar cubiertos.
ResponderEliminar